Los seres humanos siempre hemos sido mejores inventando herramientas que cambien la forma en que vivimos y trabajamos que adaptándonos a los grandes cambios que causan estas herramientas. Por ejemplo, Internet nos ha dado acceso a miles de datos y a la vez nos ha sacado de foco.
O cómo ya hemos señalado en notas anteriores, según Byun Chul-Han, las redes sociales nos han permitido estar más conectados que nunca y, sin embargo, también pueden alienarnos o aislarnos o contribuir a la perdida de la otredad.
La pregunta que nos hacemos como líderes organizacionales es si la IA tiene el potencial de mejorar la experiencia humana del trabajo, o podría llevarnos a una realidad laboral automatizada, robótica, abrumadora y poco inspiradora.
La última encuesta anual de CEOs realizada por PWC en 2024 con motivo del Foro de Davos, nos muestra varios emergentes interesantes a considerar en los que nos ocupa acerca de la convivencia entre inteligencia artificial y factor humano en el liderazgo de las organizaciones.
Los líderes empresariales reconocen la importancia del impacto global de la evolución de la inteligencia artificial.
En un contexto de necesidad de reinvención y adaptación de la compañías para ser sostenibles en el largo plazo, la inteligencia artificial generativa aparece como un desafío y una oportunidad.
Las compañías se están enfocando en transformar sus procesos de negocio, sus modelos operativos , tecnológicos y de trabajo. Un 70% prevé que la IA aumentará la competitividad, manejará cambios en los modelos de negocio y requerirá nuevos skills de su fuerza de trabajo.
Esto es un tema clave en la agenda de los lideres empresariales. Conforme al Foro Económico Mundial un 44% de los colaboradores será hackeado por la disrupción tecnológica en los próximos cinco años.
Los CEOs tendrán un rol clave en brindar oportunidades de upskilling y reskilling a sus colaboradores. Motivarlos a través de la comunicación continua de los objetivos transformacionales y las capacidades que se necesitan para lograrlos. Aunque menos de la mitad de los lideres encuestados en el informe de Deloitte sobre adopción de IA afirman que están educando suficientemente a sus empleados en capacidades, beneficios y valor de la IA, también reconocen la falta de talento técnico y de skills como barrera importante para la adopción de IA.
Un 42% dice estar reclutando talento técnico, un 40% educando su fuerza de trabajo en IA y un 36% reeducando a sus trabajadores por el impacto de IA en sus roles.
La velocidad de los cambios en el contexto obligará a los lideres empresariales a ajustar los planes permanentemente. A entender, a medida que avance el desarrollo de la IA generativa a gran escala y su adopción, qué desafíos en skills y roles sobrevendrán.
Sera necesario crear una narrativa sobre la visión del futuro y la organización, alineándolo con el propósito de la compañía y la misión. Provocar que los empleados hagan preguntas, se involucren, lo que ayudará en su autonomía y que se sientan dueños del proyecto.
Volvemos a aquello que Daniel Pink siempre nos enseñó acerca de la motivación en el siglo XXI : autonomía, “mastery” y propósito.
Moldeando el liderazgo del futuro
El Potential Project, es un grupo profesional global nacido en Europa que tiene como misión la iniciativa de ayudar a las empresas a crear un mundo laboral más humano , a través de investigación y soluciones para los procesos de transformación que aumentan la conciencia, la sabiduría y la compasión en el liderazgo. potentialproject.com
En contraste con gran parte del debate y los pronósticos en torno a la IA generativa, una investigación realizada por esta agencia ha descubierto que, paradójicamente, la IA puede ayudar a que los líderes sean más humanos, que a pesar de sus desafíos y riesgos, la IA tiene el potencial de catalizar una nueva era de liderazgo humano.
Tenemos la oportunidad de repensar y redefinir cómo trabajamos y cómo lideramos. Podemos optar por hacer que la experiencia de trabajo sea más positiva para nosotros y para las personas que lideramos y, al mismo tiempo, nos consta que todo ello impactará en la mejora de los resultados económicos de la compañía.
Elevando nuestra humanidad
En mi propia experiencia de liderazgo, me consta que podemos tener valores de liderazgo claros, pero eso no significa que siempre los sigamos.
La IA puede ayudarnos a ser más consistentes. Puede ayudarnos a elevar lo mejor de nuestra humanidad.
Como dijo Paul Daugherty, director de tecnología e innovación de Accenture y autor de Human + Machine: Reimagining Work in the Age of AI, «a través de la aplicación estratégica de sistemas y herramientas de IA, los líderes pueden cultivar sus mejores cualidades humanas y áreas humanas de liderazgo».
La IA puede fortalecer nuestros poderes cognitivos, emocionales y sociales. Intelectualmente, puede mejorar la destreza cognitiva, lo que le permite procesar grandes cantidades de información rápidamente y tomar buenas decisiones. Desde el punto de vista emocional, la IA puede ayudar a profundizar la comprensión de un empleado y aconsejarle sobre el mejor camino a seguir. Desde el punto de vista social, la IA puede ayudarnos a comprender la dinámica del equipo y fomentar el pensamiento diverso y los entornos psicológicamente seguros.
Sin embargo, por muy grande que pueda ser la IA, por sí sola no puede convertirnos en mejores líderes. Para obtener lo mejor de la IA, debemos invertir igualmente en el desarrollo de nuestro potencial humano. Por sí solos, ninguno de los dos es suficiente.
Con la IA, hemos entrado en una nueva era en la que las herramientas de la era de la información interactúan activamente con nosotros de formas que cambian la forma en que percibimos y nos relacionamos con el mundo. En lugar de esperar a ser utilizadas, las herramientas de IA están continuamente escuchando, analizando, aprendiendo y prediciendo lo que queremos o lo que necesitamos. La IA ahora puede leer y escribir por nosotros, identificar nuestras fortalezas y debilidades, y dar forma a nuestra presencia mediática. Influye en lo que aprendemos, pensamos, hacemos y decimos.
Si bien el auge de la IA ha provocado un cambio reflexivo en el enfoque hacia la tecnología en sí, la verdad es que, para adaptarse con éxito y beneficiarse de ella, debemos aprovechar tanto el poder de la IA como desarrollar las cualidades más humanas. El líder aumentado por IA es un líder que aporta lo mejor de los humanos y las máquinas a su práctica de liderazgo.
La investigación de Potential Project ofrece una visión del futuro del liderazgo que está profundamente arraigada en la humanidad, de hecho, que se hace aún más humana con el poder de la IA. Pero para hacer eso, primero necesitamos entender lo que queremos decir con «humanidad» y la esencia de esto está en la mente del líder.
Tres cualidades fundamentales del liderazgo aumentado por IA
Para permitir la colaboración sinérgica entre la IA y los humanos, primero debemos comprender cómo funciona la mente humana. Desde una perspectiva neurológica, casi todos los modelos cognitivos científicos de nuestra mente tienen tres cualidades: percibimos, discernimos y luego respondemos. Llamamos a estas tres cualidades conciencia, sabiduría y compasión.
La conciencia es la capacidad perceptiva de la mente para observar las experiencias internas y externas. La conciencia permite a los líderes pasar de la percepción a la perspectiva. Implica una comprensión profunda de uno mismo, de los demás y del entorno en general. Esta profunda conciencia de sí mismo y de los demás ayuda a los líderes a navegar por las complejas dinámicas interpersonales y organizacionales con claridad y perspicacia.
La sabiduría es la capacidad de discernimiento de la mente para formar un juicio sano mediante la comprensión de la realidad tal como es, libre de las limitaciones del ego. Acumulada a partir de generaciones de experiencias, aprendizaje y reflexión, la sabiduría permite a los líderes tomar decisiones que equilibran las ganancias a corto plazo con la sostenibilidad a largo plazo y las consideraciones éticas.
La compasión es la capacidad receptiva de la mente para proporcionar un cuidado genuino, con la intención de beneficiar a los demás y contribuir al bien común. La compasión es la capacidad de empatizar y actuar con sensibilidad hacia las emociones y necesidades de los demás. La compasión proporciona la capa de toque humano al liderazgo, asegurando que cuando los líderes actúen, lo hagan de manera que ayuden a los empleados a sentirse respetados y valorados.
En mi experiencia personal como líder organizacional transformacional, así como en foros de lideres multidisciplinarios como el Spirit of Humanity Forum en Islandia, he comprobado que los líderes con altos niveles de conciencia, sabiduría y compasión somos capaces de proporcionar la base de un buen liderazgo, generar un mejor rendimiento y ofrecer una mejor experiencia a los colaboradores, modelando una modelo de bienestar en la empresa.
Allí tuve la oportunidad de aprender la tarea del Barrett Values Centre cuando conocí a su fundador, Richard Barrett, presentando su metodología basada en valores que emergen de los comportamientos humanos, para crear un modelo de elevación de la conciencia individual y organizacional. Este modelo parte de la base de la pirámide de Maslow de necesidades humanas, aspectos que tienen que ver con la supervivencia económica, la autoestima y el autocuidado, para pasar a un ciclo transformacional de cohesión interna o propósito, legado externo e impacto en la comunidad hasta llegar a un rol de servicio a los demás. valuescentre.com
Como logramos la mejor combinación entre liderazgo humanista e inteligencia artificial.
El líder aumentado por IA es aquel que integra el uso de la IA en su liderazgo de manera que mejore y amplíe el impacto humano positivo. Ambos desarrollan las tres cualidades humanas básicas de conciencia, sabiduría y compasión, y abarcan lo mejor de los humanos y de la IA.
A diferencia de la IA, la conciencia es una cualidad exclusivamente humana que ha evolucionado a lo largo de millones de años de evolución. Nos permite ver las cosas en perspectiva y proporcionar contexto. Por otro lado, la IA tiene una gran capacidad para generar contenido de formas y a velocidades que los humanos no pueden igualar. El líder aumentado por IA puede proporcionar hábilmente contexto a los contenidos generados por la IA.
Además, en comparación con la IA, la sabiduría es la cualidad con la que los humanos aprovechan la perspicacia, la experiencia, el pensamiento crítico y la inteligencia social y emocional para hacer buenas preguntas. Por el contrario, la IA destaca por proporcionar respuestas basadas en enormes cantidades de datos e información. El líder aumentado por IA utiliza la sabiduría para hacer preguntas reflexivas mientras discierne sabiamente las respuestas proporcionadas por la IA.
Por último, a diferencia de la IA, la compasión es nuestra capacidad humana única de tener la intención de beneficiar a las personas con las que estás liderando con el corazón. La IA puede contribuir en gran medida a hacer esto hábilmente al proporcionar conocimientos y perspectivas algorítmicas. El líder aumentado por IA puede aprovechar el poder algorítmico de la IA para analizar grandes cantidades de datos de los empleados y luego proporcionar una experiencia humana auténtica y sincera.
Estos estudios analizaron de cerca la capacidad de los líderes para aprovechar lo mejor de los humanos y la IA. Los líderes con alta conciencia, sabiduría y compasión están mucho más preparados para convertirse en líderes aumentados por IA. Estos líderes son superiores a la hora de aprovechar su fuerza humana tanto para proporcionar contexto como para identificar el contenido de IA relevante para los objetivos actuales. Son excelentes tanto para hacer preguntas perspicaces como para discernir las respuestas proporcionadas por la IA. Y son maestros tanto en liderar con el corazón como en aprovechar los conocimientos de los algoritmos de IA.
A través de este proceso de aprovechar las fortalezas de los humanos y de la IA y tratar de superar las limitaciones de ambos, podemos estar mejor preparados para participar de interacciones con nuestros pares y colaboradores y los diferentes stakeholders de nuestras empresas con mayor claridad y cuidado, evitando los riesgos de sesgos y prejuicios que condicionan nuestros modelos mentales.
Entendemos que los “soft skills” no pueden ser reemplazados por algoritmos, y le dan herramientas a las personas para adaptarse a cualquier nueva tecnología que se desarrolle.
Los lideres tienen una excelente oportunidad de empoderar a la gente para que influya y se involucre en los planes de IA.
La recomendación de Mike Walsh en su libro “The Algorithmic Leader” es que los lideres seamos más jardineros que guardias de una prisión. Esto es brindar los nutrientes y el espacio para permitir que las cosas crezcan. Que las personas basadas en una serie de principios, en lugar de procesos, tengan la libertad para descubrir la mejor forma de crear valor para ellos y para la organización.
Incentivar su participación en sesiones de “brainstorming” para analizar como la IA podría mejorar el trabajo del día a día en sus áreas o roles. Y así tener sus insights sobre donde la IA puede ser más efectiva. Involucrarlos en los procesos de decisión y hacer los cambios con ellos, facilitando su aceptación y que sean promotores con sus pares.
Al mismo tiempo crear oportunidades para que los empleados experimenten y exploren con la IA de manera responsable, resguardando el acceso a los datos y la privacidad, derechos de autor y otras cuestiones sensibles.
En definitiva un modelo más horizontal y descentralizado apalancado en datos y “machine learning”.
La introducción de la IA en el mundo laboral es un importante punto de inflexión. La IA, como cualquier otra herramienta, es un amplificador, en este caso uno que tiene el potencial de hacer tanto un gran daño como un gran bien en el mundo laboral. Creemos que la IA puede señalarnos una nueva y emocionante era de liderazgo humano. Nuestra tarea principal será crear conexiones y experiencias humanas en cada momento del desarrollo de las personas en nuestras organizaciones.
El futuro estará impregnado e impulsado por la IA, de eso no hay duda. Para aprovechar al máximo este futuro, todos deberíamos aspirar a convertirnos en líderes humanos aún mejores, mejorados y aumentados por la IA.